Excursión fotográfica a la Fiesta del Cascamorras en Baza

Para mí, la fotografía no es sólo un oficio, es una pasión, una afición que me enganchaba tanto que acabó convirtiéndose en el trabajo de mi vida. Mi relación con la fotografía no se limita al horario laboral, sino que me acompaña en los ratos con la familia, en el tiempo de ocio o en mis viajes. Por ello, un fin de semana decidí acudir a Baza a conocer la fiesta del Cascamorras, y ni me planteé la cuestión de si llevarme la cámara o no. La cámara siempre viene conmigo.

Estas “excursiones fotográficas” son muy útiles porque, por un lado, me permiten captar imágenes muy coloridas y de gran belleza y, por otro lado, experimentar nuevas técnicas que después puedo aplicar en mi trabajo diario. En mi lucha por intentar documentar a mi alrededor de una manera fiel, bajo mi punto de vista, necesito estar preparado para captar esos momentos que sabemos que pasan en décimas de segundo, y lo mejor para estar siempre preparado es conocer tu cámara, sentirla en tu mano como si fuese un apéndice de tu cuerpo y dominar la técnica, así solo te tienes que centrar en lo que realmente es importante, en los sentimientos, en las conexiones humanas, eso es aplicable tanto a este reportaje de Cascamorras como a lo que ocurre en una boda.

Lo primero que me llamó la atención al llegar a Baza fue el gran ambiente y la forma en que toda la ciudad vive esta peculiar celebración. Para quien no la conozca, la fiesta del Cascamorras se celebra en Baza y Guadix en septiembre. Su origen se remonta al siglo XV, cuando un obrero de Guadix descubrió la talla de la Virgen de la Piedad y pensó que la imagen debería pertenecer a la ciudad de Guadix, por ser él quien la encontró, pero los bastetanos la reclamaron como propia.

En la fiesta, el Cascamorras, personaje que representa al obrero, sale de Guadix camino de Baza entre los días 6 y 7 de Septiembre, con el propósito de recuperar la imagen de la Virgen de la Piedad. Para ello, deberá llegar sin ninguna mancha en su traje y, como es lógico, los bastetanos no quieren que la imagen de su patrona salga de la ciudad, por lo que manchan al Cascamorras con pintura. El resultado es una gran fiesta popular en la que se arrojan muchos litros de una mezcla entre aceite y agua y de la que es imposible salir sin una sola mancha. La Fiesta ha alcanzado tal importancia en la actualidad como atractivo turístico, que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Una Fiesta declarada de Interés Turístico Internacional

Siempre digo que me gusta implicarme en la escena que estoy fotografiando, y en este caso no iba a ser menos, aunque eso trajo sus consecuencias. Me acerqué un grupo para captar imágenes y acabé con la camisa rota y todo el cuerpo lleno de aceite y agua. Me gusta estar cerca de la acción, y estas cosas suelen pasar en un ambiente de fiesta y euforia desatada como el que se vive cada año en Baza y Guadix.

Al menos fui prudente y acerté a cubrir la cámara y mi mochila con plástico para evitar posibles desperfectos, íbamos avisados de que algo así podría pasar, además que casualmente este año caminamos bajo la lluvia con un diluvio digno de recordar.

Todo el reportaje está realizado con mi compacta profesional Ricoh GR –a la que queremos dedicarle unas líneas en nuestro blog- que monta un objetivo fijo 28mm con la que realizo mucha parte del trabajo documental con mi familia, fiestas y costumbres, en este caso decidí cogerla por lo pequeña y discreta que es y por enfrentarme a algo desconocido, ya me había comentado algún compañero que los equipos corrían peligro de caída, de mancharse con el aceite o simplemente golpes con los participantes en esta fiesta tan singular. El año que viene posiblemente que repetiremos, sin ninguna duda y nos llevaremos nuestras cámaras de batalla para poder exprimir al máximo.

Acabamos el día gratamente impresionados con la fuerza de esta fiesta, y con un buen puñado de buenas imágenes.

Un día perfecto.

Agradecer desde aquí a mis compañeros de fatigas Pedro J. García y Manuel Ruiz de Quero la tarde tan fantástica que compartimos practicando nuestra pasión.