Un amor de película: la sesión de preboda de Elena y Sergio

Elena y Sergio son una de esas parejas que te hacen disfrutar de su historia de amor tanto como ellos mismos. Sus sonrisas, su buen humor y sobre todo, el cariño con el que hablan de su enlace, es algo que te hace sentirte a gusto con ellos en cuanto les conoces. Por eso, que me eligiesen a mí para hacer sus fotos de boda y su sesión de preboda fue una alegría y un privilegio, casi un regalo que no puedo más que agradecerles.

Pese a que viven en Barcelona, tienen familia en Jaén por lo que eligieron nuestra tierra para su sesión de preboda. Pasear con ellos conociendo un poco más de su historia de amor fue un verdadero placer para nosotros. Y es que, nuestro objetivo en las sesiones de preboda no es solo conseguir unas imágenes en las que vuestro amor se vea reflejado en cada gesto, cada mirada y, en definitiva, en cada instantánea… También queremos saberlo todo sobre vosotros, sobre el modo en que afrontáis vuestra boda, la idea que tenéis de cómo deben ser las fotos de vuestro gran día y sobre todo, conocernos un poco mejor de modo que no os sintáis incómodos ante las cámaras en el día más especial de vuestras vidas.

En esa maravillosa tarde fresquita de mayo que pudimos compartir con ellos, Elena y Sergio me contaron cómo se habían conocido y los detalles de una historia de amor que bien podría haber sido el guión de una película romántica. Los caprichos del destino quisieron unir a esta pareja a través de una lesión: ella fisioterapeuta, empezó a trabajar en el equipo de fútbol donde él jugaba… Y como decimos, una lesión hizo el resto. Su primera cita, romántica donde las haya, fue paseando de la mano por la increíble Granada, y allí también fue su pedida de mano, bajo el fenómeno de la Luna Azul en el barrio del Abaicyn. Su final feliz, en forma de boda, es una de las historias que más ganas teníamos de contar. (Podéis verla en este post).

Pero para poder contar su gran día, aún faltaba un tiempo por lo que nos concentramos en intentar captar en imágenes la intensidad de sus sentimientos y la complicidad que rebosan. No fue difícil. Elena y Sergio supieron romper desde el principio la “barrera de la cámara” y nos regalaron abrazos, besos y miradas con las que no cabe duda del cariño que se tienen. ¡Era como si hubieran estado haciendo sesiones de pareja desde siempre!

Mientras nos contaban el mimo y el cuidado con el que estaban preparando cada detalle de su enlace, las horas pasaban sin darnos cuenta y las fotos surgían casi por si solas. Cada beso, cada abrazo, cada roce… Todo se captaba en unas imágenes que, con la compañía de la luz del atardecer, que tantas tonalidades distintas nos ofrece, esperamos que reflejen a la perfección todo lo que ellos nos transmitieron esa tarde.

Como localización para la sesión de unos novios tan especiales, elegimos un paraje que me encanta y al que subo a hacer fotos siempre que puedo. ¡Espero que a ellos les gustase tanto como a mí! El carácter mágico del lugar, con el cielo abierto de fondo y la naturaleza por compañera no hizo sino acentuar la belleza de las fotos, atribuible sobre todo a ellos y al modo en que se tratan y se miran el uno al otro.

Y es que como fotógrafo, tengo el privilegio de poder compartir con los novios parte de los preparativos del día más especial de sus vidas. Vivirlo con ellos y sobre todo, compartir la ilusión que Elena y Sergio demostraban a cada instante es el mejor regalo para nosotros. Sus nervios, sus expectativas, sus miradas, su complicidad y lo bien que nos acogen cuando les pedimos que nos muestren esa pequeña parte de sus vidas, es lo que hace que las sesiones de preboda sean tan especiales y lo que permite que el resultado sea bueno, especial y tan lleno de instantes para el recuerdo como los que tuvimos con ellos.

Muchas gracias a Elena y Sergio por dejarnos compartir con vosotros una parte de vuestra vida, una tarde llena de sonrisas y confidencias y, sobre todo, por dejarnos ver lo mejor de vosotros mismos y plasmarlo en nuestras fotos.