La boda en Jaén de Inma & Jesús fué para mi un broche inigualable para el cierre de nuestra temporada de bodas pasada, incluso me atrevería a decir que es una de las bodas más bonitas y emotivas de las que he sido partícipe. Cuando vinieron a visitarnos a nuestro estudio en Torredonjimeno, me di cuenta que esta pareja tenía una magia especial, como se miraban, la manera de contar como estaban organizando su boda, como sería la ceremonia y como estaban planificando hasta el último detalle me llenó de orgullo al saber que sería el fotógrafo encargado de documentar su boda. Tengo que decir que quedé muy sorprendido… se quedaron cortos en todo lo que me dijeron!!.

Pude acompañar a Inma durante los preparativos, en ese momento tan íntimo con su familia donde pude hacer fotos de sentimientos tan intensos que no pude evitar emocionarme con ellos, con esos abrazos y esas miradas que se iban dedicando que espero podáis captar en el resumen del reportaje de la boda que os presento. Todo ello hace darme cuenta de lo importante de nuestra profesión como fotógrafos de bodas, de nuestra reponsabilidad en contar la historia de dos personas que empiezan un proyecto de vida juntos pasando lo más desapercibidos posibles para así captar toda su esencia, una boda no son las típicas fotografías de grupo de los familiares, ni las fotos de los anillos, todas esas imágenes de la boda suman, pero el reportaje no estaría completo si nosotros no intentamos buscar ese valor añadido que nos haga ser el mejor fotógrafo de la boda posible, y creeemos como fundamental que el reportaje de fotos sea lo más natural posible, sin dejar de lado esas fotografias impactantes y llenas de vida desde puntos otros puntos de vista que definen nuestro estilo fotográfico.

Eligieron la Casería de las Palmeras en Jaén, como lugar para celebrar una boda civil íntima y emotiva rodeada de sus familiares y amigos. Recuerdo perfectamente cuando Inma entraba del brazo de su padre hacia la ceremonia y al girarme hacia Jesús vi como a todos los invitados se les iluminaba la cara mientras la novia iba andando por el pasillo en busca del novio, son esos pequeños detalles los que hacen que cada día me guste más ser fotógrafo de bodas y de gracias de trabajar y formar parte del día de estas parejas tan especiales.

Cuando llegó la hora de la fiesta y los novios realizaron su baile de recién casados, todos los invitados de la boda empezaron a bailar mientras que el Grupo Los Vinilos hacía de las suyas, se ocuparon de mantener a todo el mundo bien sintonizado en la fiesta, hasta yo mismo estuve bailando y haciendo fotos camuflado entre la gente.

Espero haberos resumido mi trabajo como fotógrafo de boda esta vez en mi tierra, Jaén… disfrutad!