No tuve el gusto de conocer en persona a Elvira y Juan hasta pocos días antes de su boda, como normalmente me suele ocurrir con las parejas que fotografío, siempre sacamos un hueco para tomar un café o para hacer una reunión para hablar de la boda por skype. Aprovechando que no conocía en persona a esta maravillosa pareja, me desplacé hasta la Finca El Cotillo de Linares, instalaciones donde se celebraría la toda la boda, donde fueron a ultimar los detalles para el gran evento. Era la primera vez que trabajaríamos en la finca y nos encantó, unas instalaciones maravillosas, enclavadas en una dehesa de toros bravos, de ahí que la finca cuente con plaza de toros además de unas estancias muy cuidadas donde la boda estaría organizada a la perfección para cada situación.

El feeling que teníamos con esta pareja de novios a la que acabábamos de conocer era perfecto, estaban tan ilusionados con su gran día, el cual habían planeado con todo lujo de detalles para que no faltara nada. Una boda íntima y llena de detalles, una magnífica cena a la luz de las velas bajo el cielo estrellado de una noche de junio, nos parecía la mejor manera de ser testigos del amor que se tenían esta pareja de recién casados y como no un marco incomparable para su reportaje de bodas. Siendo la primera vez que teníamos la ocasión de fotografiar a unos novios a la luz de las velas, no perdimos la ocasión de sacar partido de ellas dando ese toque cálido a las fotografías resultantes del reportaje.

Una vez que acompañamos a los novios mientras se preparaban, pudimos sentir los nervios a flor de piel de estos novios que se preparaban para el día más feliz de sus vidas y que llevaban tanto tiempo preparando. Empezamos con la tormenta de emociones durante la ceremonia se desarrolló al aire libre y de manera civil, donde los novios se sentaron bajo un arco acompañados de sus familiares y amigos mas allegados, bajo un cielo gris que amenazaba tormenta y que más tarde nos sorprendería, dejando caer algo de agua poniendo la anéctoda a un día de boda perfecto. Ya sabéis lo que hemos comentado en otros reportajes sobre este tipo de celebraciones y las religiosas, todas tienen su parte buena pero la cercanía que tienen las bodas civiles para nosotros tiene un plus, tus amigos y seres queridos te dedican unas palabras donde describen a los novios tal y como ellos los ven en uno de los días mas importantes de tu vida y se dan situaciones que ponen las emociones a flor de piel.

Una vez finalizada la ceremonia, pasamos a realizar la sesión fotográfica de exteriores donde pudimos recorrer cada uno de los rincones de esta finca privada, aprovechando todos los paisajes, haciendo fotos debajo de una gran encina, cerca de las reses e incluso dentro de la plaza de toros, poniendo el contrapunto y haciendo diferente y divertido este reportaje de bodas.

Durante el atardecer los novios disfrutaban de los invitados en el coctel amenizado por un coro rociero que hizo las delicias de los allí presentes con su cante y su baile, incluso la novia se animó a bailar moviendo su vestido al son de unas sevillanas.

La noche empezó a caer mientras todo los invitados empezaron a pasar alrededor de la piscina donde la cena tendría lugar. Recuerdo las mesas decoradas con unos centros con velas que daban el un ambiente íntimo y romántico a esta boda al aire libre en Jaén en pleno Junio, un ambiente perfecto para una boda perfecta.

Para concluir con esta maravillosa boda, los novios abrieron la fiesta con su baile nupcial, donde la finca quedó totalmente a oscuras mientras los invitados iluminaban a los recién casados con bengalas. A partir de entonces la fiesta se abrió paso en una noche perfecta para alargar la verbena hasta el amanecer.

Como fotógrafo de bodas en Jaén, sin duda, bodas como esta dan sentido a nuestra profesión, casarse en Jaén en las circunstancias que lo hizo esta pareja, hace de esta ceremonia una boda perfecta.

Os dejamos con un resumen de la boda de esta pareja… disfrutad!