Queremos comentar nuestra experiencia como fotógrafo de bodas en Martos, Jaen . Cada una de las bodas a la que acudimos son especiales por algún motivo o razón. En el caso de la boda de María y Julio, este estaba claro; era la primera boda de la temporada, retomar de nuevo los reportajes de boda después de un tiempo te da un subidón de adrenalina, por lo que íbamos con las pilas super cargadas y con muchas ganas e ilusión por volver a superarnos como cada año, además empezando en un lugar que conocemos muy bien como fotógrafos de boda en Martos.

Como siempre teníamos claro que lo que queríamos destacar por encima de todo eran las emociones y los sentimientos que se comparten durante estos días tan especiales, y así fue. En esta ocasión, las muestras de cariño no se hicieron esperar, por lo que estuvieron presentes desde el primer momento, en el que la hermana de Julio le ayudaba a colocarse los gemelos, hasta el último, cuando los novios disfrutaron de su baile nupcial en el que una romántica canción de Zenet se alzaba como testigo del gran momento.

Un reportaje de bodas al aire libre en primavera

Era un enlace muy esperado por todos los presentes, la emoción embriagaba el ambiente y los sentimientos estaban a flor de piel. La ceremonia civil se llevó a cabo en el Cortijo El Madroño, situado cerca de Martos -donde este año nos esperan unos reportajes alucinantes que hacer- en el que familiares y amigos les dedicaron grandes palabras de amor y reconocimiento a la joven pareja. Ellos reían y, por supuesto, emocionados, lloraban, siempre acompañados de la pequeña Valeria que, atónita, no les quitaba ojo. Mientras tanto, el resto de familiares no cesaron de emocionarse con el discurso de aquellos que, valientes, habían decidido subir al estrado para confesarle a la pareja su cariño. Cuando llegó el momento del “sí quiero”, ambos sellaron su matrimonio a través de un rito diferente y original: el de la arena. Al verter cada uno un bote repleto de esferas de colores ambos pasaron a compartir su historia de vida anterior para comenzar juntos de cero.

Todo ello tuvo lugar al aire libre, durante un soleado día de abril, en el que la luz natural eran tan fuerte que había que tener mucho cuidado de realizar una adecuada exposición para que todas las fotografías tuvieran un color adecuado. Aunque como fotógrafo tengo que reconocer que estas condiciones no son las más indicadas para obtener grandes fotografías, las imágenes que conseguimos ese día son espectaculares, sobre todo por su carga sentimental y es cuando podemos hacer fotografías que cuentan una historia, la luz pasa a un segundo plano. Las fotografías que hoy os traemos son un fiel reflejo de los sentimientos y las emociones que allí se vivieron, de la alegría del momento, tanto la de los protagonistas como la de todos aquellos que los acompañaron durante ese día, la felicidad de sus padres y la emoción de sus amigos más cercanos que compartieron con ellos ese gran momento.

Sesión de fotos en el Cortijo el Madroño (Martos)

Una vez que la ceremonia civil concluyó decidimos realizar una breve sesión de fotos en el entorno del Cortijo El Madroño, ya lo conocemos de otras bodas que lo hemos visitado, pero no por eso nos dejamos llevar por lo fácil, intentamos buscar otros puntos de vista diferentes para que el reportaje de esta pareja fuera diferente y original. Durante unos minutos aprovechamos la decoración típica del restaurante e intentamos sacar lo mejor de ambos, tratando de captar todo lo que rodeaba a ese momento tan mágico. Además, ellos querían que les hiciéramos alguna fotografía entre los olivos puesto que ambos aman el campo, y así fue. El resultado es espectacular.

Tras el banquete llegó el baile. Guiados por una orquesta que tocó en vivo, los presentes bailaron hasta altas horas de la madrugada, momento en el que los novios optaron por disfrutar de su canción. En esta ocasión optamos por utilizar el flash, puesto que ya era muy de noche y la iluminación en el complejo no era muy adecuada. Además, su uso nos permitió aportarle a estas imágenes un toque diferente, original y creativo.

Sin duda alguna esta fue una gran boda en la que no faltaron los momentos especiales. María y Julio disfrutaron del día como niños que, al fin y al cabo, es lo más importante, y sus familiares y amigos fueron testigo de ello. Desde aquí os deseamos lo mejor, ¡esperamos que seáis muy felices!

Si queréis ver la versión extendida con algunas fotos más, no dejéis de ver el video!