Como siempre decimos, enfrentarse a un reportaje de bodas civil en Jaén es siempre un reto emocionante que suele llevarnos al límite, notamos la adrenalina aumentar cuando nos colgamos las cámaras, es una sensación que no se puede igualar, nos gusta sentirlo en cada uno de los reportaje que tenemos la ocasión de hacer, es lo que hace darnos cuenta de lo importante de nuestra labor, de que lo que hacemos es real y de la responsabilidad que tenemos como fotógrafos de boda, contar esa historia de amor de una manera fiel y ajustada a la realidad.
Esa es nuestra filosofía a la hora de enfrentarnos a cualquier reportaje social que se nos ponga por delante, desde fotografiar a una familia hasta una boda ya sea civil o religiosa, en resumen intentamos siempre lo mismo, capturar a la gente tal y como es.
Cuando tenemos la reuniones con las parejas e intercambiamos opiniones y planificamos por así decirlo como será el día de la boda, nos gusta estar al tanto de todo lo que pasará en la boda, hace que podamos concentrarnos en lo que no vamos a poder controlar, porque aunque parezca mentira la parte que mas nos gusta de las bodas son esos pequeños detalles y momentos que no controlamos en absoluto y para eso preferimos las ceremonias civiles, aunque cada rito te proporciona cosas diferentes, el que la gente que tu quieres te dirija unas palabras emotivas el día de tu boda es muy especial.
Empezamos el día de la boda dirigiéndonos en busca de Sergio, que empezó a prepararse en una magnífica suite del Parador de Santa Catalina. Si tuviera que elegir donde vestirme como novio, una suite de estas características sería una de mis opciones, aunque le resta la personalidad que tiene vestirse en la casa de tus padres, como siempre digo, cada opción tiene su parte buena y su parte mala.
Según iba pasando la tarde llegó el momento de fotografiar los preparativos de Elena, el maquillaje corrió a cargo de la gran Ester Morales de Mymakeup, que contribuyó a que Elena luciera radiante, complementada perfectamente por unas sandalias Jimmy Choo color champagne –en mi opinión el calzado más elegante para una novia- y un vestido Pronovias, de tul drapeado y envolvente con un escote corazón muy pronunciado y falda evasé que junto al precioso bouquet de peonías rosas y rositas de pitiminí hicieron de Elena, una novia de película.
Una ceremonia al aire libre, con el Castillo de Santa Catalina de fondo
Los invitados esperaban ansiosos en los jardines de Cerro Puerta a que la ceremonia civil diera comienzo, en un marco incomparable donde se encuentra situado, pudimos escuchar unas palabras maravillosas de sus hermanos y amigos cargadas de vivencias, recuerdos y por qué no decirlo, de cachondeo que hicieron que no dejáramos de dibujar una sonrisa en todo momento, para nosotros es eso lo que le da valor a la historia, lo que hace el reportaje completo si conseguimos plasmarlo todo.
Aunque hemos ido conociendo poco a poco esta pareja desde los primeros emails que intercambiamos, durante su reportaje de preboda y luego la boda, tras entregar el reportaje terminado, nos queda esa buena sensación de que lo que hemos vivido durante estos meses de ilusionantes e intensos preparativos ha sido mas que una mera relación comercial fotógrafo/pareja, me atrevería a decir que queda una amistad y un recuerdo que nos ha marcado y que hace que no olvidemos lo que vivimos junto a ellos ese día.
Una vez terminada la ceremonia, la boda siguió su curso dando paso al cóctel bajo el sol del atardecer, una puesta de sol que sólo podemos disfrutar cuando vamos al maravilloso Restaurante Cerro Puerta de Jaén -decorado de una manera exquisita por la empresa Petite Reunión y su Vintage Roulotte- contemplando la Catedral de Jaén y el Castillo de Santa Catalina, mientras el día se va apagando poco a poco.
También tuvimos la suerte de trabajar con Ricardo e Isaac de StudioKrrusel que se encargaron de recoger cinematográficamente el día de esta pareja, agradecer desde aquí su profesionalidad con nosotros, nunca habíamos coincidido trabajando cuatro profesionales de la fotografía y el video y nos hemos encontrado tan anchos 😉
Sin más, os dejamos con esta maravillosa historia… disfrutad!!
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