Arte inclusivo

El arte inclusivo es una realidad en toda Europa desde hace muchas décadas. En España se viven momentos de despunte gracias a los estándares políticos de cambio. En un reducido periodo de tiempo se ha pasado de modelos rehabilitadores y asistenciales a otros inclusivos que garantizan, plenamente, los derechos de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de nuestra sociedad, incluido el cultural. Es una propuesta innovadora e inclusiva, que posibilita un acercamiento mutuo entre las nuevas tecnologías, el arte, la imagen, la discapacidad y la sociedad en general, con la finalidad de concienciar, dar a conocer y aportar valor sobre las capacidades creativas y artísticas de personas con diversidad funcional.

La Integral Psicodanza

Cuando Eva y Noelia, integrantes de La Integral Psicodanza, se pusieron en contacto conmigo para pedirme que les hiciera un nuevo reportaje fotográfico no lo dudé ni un segundo. Siempre me tomo este tipo de colaboraciones con asociaciones como una oportunidad de practicar con mi cámara, en mi afán de superarme y ser mejor fotógrafo, experimentar otros puntos de vista y practicar otras técnicas que luego puedo aplicar a la fotografía documental de bodas que como sabéis junto al fotoperiodismo de bodas, es mi línea de trabajo. La majestuosidad con la que su elenco representó la primera obra a la que asistí como fotógrafo, me dejó atónito, por lo que para mi era un placer asistir de nuevo a una de sus representaciones. Además de tratar de plasmar en imágenes la belleza de todos y cada uno de los movimientos de sus actores y bailarines, busqué exprimir al máximo esa inigualable oportunidad de sensibilizar a la población sobre la importancia de velar por la existencia de entornos inclusivos en los que todos tengamos nuestro espacio para desarrollarnos como personas.

La Integral Psicodanza concibe el  arte  como  herramienta de  transformación  social  y  económica, que juega un papel clave en la  inclusión, normalización y fortalecimiento personal. Por ello, pretendemos  que  este sea  accesible  a  todas  las  personas,  ya  que  es  un  derecho inalienable  para  todo  el  mundo. De esta forma, el  arte  ofrece  un  espacio  ideal  para  visualizar    las  capacidades  artísticas y creativas  de las personas. A través de este tipo de coreografías se crea belleza  y se muestra un  espectáculo  de  absoluto  respeto  al  público desde  la  profesionalidad  disciplinada  de  nuestros bailarines y bailarinas. Un arduo trabajo diario que ha sido reconocido con el Premio «Tuescena» 2016 al mejor proyecto escénico inclusivo.

La  Integral  Psicodanza  está  formada  por  un  grupo de  31  bailarines con  discapacidad  física, psíquica  y/o  sensorial,  y  personal  de  apoyo  escénico formado  por un grupo de voluntarios  que,  en  la  actualidad, siguen  una formación  técnica  en  diferentes  disciplinas  artísticas. Inquietudes varias que surgieron tras la puesta en marcha del proyecto y la participación de la organización en la Federación Nacional de Arte y Discapacidad como miembro de la Junta Directiva.

La  Integral  Psicodanza  pretende  concienciar  a  la  sociedad. Al representar este tipo de obras de forma progresiva, el espectador comenzará a educarse en la normalidad. De esta forma, cuando una  persona  con  discapacidad  suba  al  escenario, expresándose  con  naturalidad  y  con  alta  calidad  en  la  expresión  artística,  el público lo  concebirá como algo totalmente normal. Con ello, se busca romper con  los  estereotipos  y  cánones  de  belleza  establecidos,  buscar nuevos  lenguajes  corporales  y  expresiones  estéticas  y,  sobre  todo,  mostrar  la capacidad desde la dignidad del arte.

Estas coreografías  cuentan  pequeñas  historias  llenas  de  sensibilidad  y  emoción, belleza  y  creatividad.  Con  cada  puesta  en escena nuestros cuerpos expresan la diferencia en la no diferencia, lo lejano en lo cercano y lo imposible en lo posible.

Una de las obras representadas por este grupo que tuve el placer de fotografiar es la de Alfonsina y el mar, que recibe el nombre de una canción característica del noroeste de Argentina, compuesta por Ariel Ramírez y Félix Luna, naturales de dicho país, publicada por primera vez en el disco de Mercedes Sosa, mayor exponente del folklore argentino. Esta cuenta la historia de Alfonsina Storni, una poetisa y escritora argentina que vivió toda su vida presa del dolor y la amargura. Tras el suicidio de su marido, el poeta Horacio Quiroga, Storni enfermó. Su desacertado diagnóstico la sumió en una profunda depresión, que la llevó a planear su propio fin. Toda una desgracia que los escritores argentinos recogieron en esta canción: “Te vas Alfonsina con tu soledad, ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?”.

El haz de las luces de colores mezclado con el blanco de los tules que portaban las protagonistas sume al espectador en un entorno idílico que retrotrae a los presentes a un paisaje irreal en el que Alfonsina decide coger la maleta y decir adiós para siempre.

Disfrutad!